Era dulce como arrope, tan pequeña y delicada
Suntuosa, perezosa, pequeña niña mimada.
Sus ojos dos grandes mares, por un bello sol bañado.
Y sus labios dos corales, con un perfecto acabado.
Era libre como el viento, tan ágil como el aire.
¿Cuál serian sus pensamientos, cuando andaba con desaires?
Ese andar que te hechizaba, con pasos firmes, perfectos,
Parecía que se paraba, en un segundo el universo,
Su pelo largo y sedoso, negro como el azabache.
Zarandeado por el viento, eran flechas de comanche,
Su cuerpo estrecho y firme, parecía dibujada.
Por un pintor en su cenit, con una obra acabada
Sus dientes perlas preciosas, tan blancos como el nácar,
Se abrían en mil sonrisas, sonrisas que me turbaban.
¡Ay de mi, afortunado, agraciado entre los hombres,
Y en cada rincón de mi alma, yo dibujaba su nombre.
Vivía en un mundo perfecto, un sueño de fantasía
Pero la suerte que es caprichosa, cambio de repente un día,
Me voy me decía en su carta, pues otro amor he encobrado
Y ami se me helo la sangre, triste y petrificado,
¿Por qué pregunte a los vientos? ¿Por qué?
Y no contesto nadie, solo la voz del silencio, parecía susurrarme
Quizás tú no la has cuidado, o tal vez mucho la cuidaste,
El amor es un desarmado, y esta lleno de disparates.
Acepta que hoy perdiste, igual que ayer ganaste.
Y levántate como el fénix, y busca el amor en otra parte,
¡¡Christopher YEXHUA Chacón!!
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.Copyright © 2012,
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Wow que hermoso poema mi querido amigo, solo usted puede escribir algo asi, felicitaciones.
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